Felicidad. ¿Qué es la felicidad? Para cada uno es algo distinto.
Hay momentos clímax de felicidad en los que uno roza la tristeza, porque ya sabe que se va a acabar.
Para mi la felicidad son muchas cosas. Me vuelve loca el tiempo de primavera, cuando el horrible frío se marcha y llega esa brisa tan agradable que acaricia tu piel y agradece tu presencia en la calle. Me encantan las palmeras. La comida a la que se le haya dedicado tiempo y lleve amor. Me gusta tirarme a la piscina un caluroso día de verano, y congelarme a medida que voy entrando al agua, y poco a poco acostumbrarme a la temperatura y que sea agradable y a la vez estimulante. Me encanta el final de verano, cuando el calor deja de ser tan agobiante y los hombros dejan de pesarte. Me chiflan los atardeceres de final de verano cuando el cielo se pone rojo. Bueno, en realidad me encantan todos los atardeceres. Me encanta ese momento en el que estás con alguien, ya sea pareja o un amigo con el que de verdad eres cómplice, sea lo que sea que estéis haciendo, hasta un simple paseo te da la vida, y luego llegas a casa con sonrisa de tonto. Me encanta enamorarme y que sea correspondido. Me encanta no tener miedo, o perderlo, y poder disfrutar al cien por ciento lo que estoy haciendo. Me encantan esos momentos en los que tengo completa seguridad en mi misma. Me encanta cuando las personas disfrutan con mi compañía, que se sienten felices a mi lado.
Sigo en la búsqueda de la felicidad. De momentos que pueda añadir a una larga lista que está en mi memoria.
Intento superarme a mi misma, para poder superar obstáculos que me impiden llegar a mi meta. Hipocresía, falsos caminos que aparentan llegar a la felicidad pero que solo traen disgustos. Intento ver qué es lo que verdaderamente merece la pena.
Me cuesta ser fiel a mi misma, y no puedo evitar tomar ciertos papeles o roles en determinados momentos, pero definitivamente quiero que eso deje de ser así.
Me quiero cuando soy feliz.
Bienvenidos a la república independiente de mi blog
lunes, 23 de septiembre de 2013
viernes, 16 de agosto de 2013
Después del bajón
Bleh, not sentimental anymore.
Just remembered I live in the present and not the past. I don't even care. Much better now :)
Just remembered I live in the present and not the past. I don't even care. Much better now :)
Sentimental
Necesito desahogarme. Me ha dado fuerte. Me acaba de dar sin previo aviso.
Hay veces que estás en estado de shock y no te das cuenta de lo que ocurre a tu alrededor, tienes un velo tapándote los ojos. Pues bien, ese velo se ha destapado y me ha dado una vuelta por 'memory lane'.
Nadie entiende lo que sentía. Yo sé lo que sentías por mi, era recíproco, y lo sé por la manera en la que me cuidabas, en la que me prestabas atención, en los pequeños detalles, incondicionalmente. Me hacías sentir guapa siempre, incluso en mis peores días. Cuando me abrazabas pasabas a formar parte de mi. Me querías por dentro. Parte de mi cree que eres mi alma gemela.
Qué rabia me da saber que definitivamente nuestros caminos jamás se volverán a cruzar. Mis esperanzas de volver a tener una agradable charla contigo se han desvanecido. Hay cosas que no tienen explicación e intento aceptarlo pero una pequeña parte de mi ser desea saber exactamente qué ocurrió, por qué nos desvanecimos. Solo deseo sincerarme contigo. No te pido lo mismo, solo que me escuches. Tenemos todavía pendiente esa conversación que nos prometimos y que nunca se llevó a cabo. Pero sé que nunca ocurrirá.
Tendré que conformarme con aceptarlo. No soy nada conformista...
jueves, 11 de julio de 2013
Búsqueda
Esa madrugada me buscaste.
Era recíproco, pues yo también buscaba algún pedazo, por pequeño que fuera, de la persona que conocía.
Nos buscamos.
No nos encontramos.
Era recíproco, pues yo también buscaba algún pedazo, por pequeño que fuera, de la persona que conocía.
Nos buscamos.
No nos encontramos.
domingo, 2 de junio de 2013
Abrazo
Rara vez me acuerdo de ti, pero hoy me he acordado de tu abrazo.
Era el enchufe que recargaba toda mi energía.
Me acuerdo de que cuando te abrazaba, perdía la noción del tiempo.
Me sentía totalmente a salvo en tu abrazo, lo que me hacía sentir totalmente vulnerable y desprotegida cuando te marchabas.
He ido buscando esa sensación entre los brazos de otra gente. Pero créeme,
todavía no la he encontrado.
Me acuerdo del día en que decidiste, espontáneamente, tomar mi mano durante una clase, y los dos lo sentimos.
Mientras mi mano tomaba apuntes, la otra, oculta a los ojos de los demás, era el canal de una energía capaz de alimentar a todo una ciudad.
Me acuerdo del fluir de esa energía, del recorrido que hacía. Desde mi mano, atravesaba todo el tronco, ascendía por mi cara recorriendo poro a poro y haciendo que mis ojos quisieran abrirse por completo, bajaba de nuevo, pasaba por el pecho y regresaba a tu mano, formando un circuito.
Me costaba a horrores fingir que no pasaba nada, ya que estando sentados en primera fila era difícil eludir la mirada de la profesora.
Estaba sorprendida, mucho, no sabía qué estaba pasando y cómo, pero sabía que tú sentías lo que yo había estado intentando evitar a toda costa sentir, y saber esto me hacía sentir un gran alivio.
La hora siguiente no pudimos evitar sentarnos estratégicamente cerca y cogernos la mano por debajo de la mesa, mientras charlábamos con nuestros amigos que estaban al margen de lo que ocurría en esos momentos.
Aquel día marché a mi casa con un corazón dibujado en mi antebrazo, y supe que no se borraría aunque el agua y el jabón desdibujaran sus líneas.
Fue el último día que te vi como a un amigo, el último día antes de que ocurriera aquello que acabaría estropeando nuestra amistad, pero aunque ya no estés en mi vida y ambos hayamos pasado página, conservo un gran recuerdo de lo compartimos.
Gracias.
Era el enchufe que recargaba toda mi energía.
Me acuerdo de que cuando te abrazaba, perdía la noción del tiempo.
Me sentía totalmente a salvo en tu abrazo, lo que me hacía sentir totalmente vulnerable y desprotegida cuando te marchabas.
He ido buscando esa sensación entre los brazos de otra gente. Pero créeme,
todavía no la he encontrado.
Me acuerdo del día en que decidiste, espontáneamente, tomar mi mano durante una clase, y los dos lo sentimos.
Mientras mi mano tomaba apuntes, la otra, oculta a los ojos de los demás, era el canal de una energía capaz de alimentar a todo una ciudad.
Me acuerdo del fluir de esa energía, del recorrido que hacía. Desde mi mano, atravesaba todo el tronco, ascendía por mi cara recorriendo poro a poro y haciendo que mis ojos quisieran abrirse por completo, bajaba de nuevo, pasaba por el pecho y regresaba a tu mano, formando un circuito.
Me costaba a horrores fingir que no pasaba nada, ya que estando sentados en primera fila era difícil eludir la mirada de la profesora.
Estaba sorprendida, mucho, no sabía qué estaba pasando y cómo, pero sabía que tú sentías lo que yo había estado intentando evitar a toda costa sentir, y saber esto me hacía sentir un gran alivio.
La hora siguiente no pudimos evitar sentarnos estratégicamente cerca y cogernos la mano por debajo de la mesa, mientras charlábamos con nuestros amigos que estaban al margen de lo que ocurría en esos momentos.
Aquel día marché a mi casa con un corazón dibujado en mi antebrazo, y supe que no se borraría aunque el agua y el jabón desdibujaran sus líneas.
Gracias.
sábado, 1 de junio de 2013
SELECTIVIDAD
Buenos días... ¿alguien?
Aquí me encuentro, ha pasado más de un año y había dejado esto abandonado.
La verdad es que esto era un trabajo de informática y nada más acabar el curso me olvidé de todo lo que pudiera tener relación con el instituto, pero me vino un flash de esos a la cabeza y se me ocurrió intentar acceder al blog, nisiquiera me acordaba del nombre del blog!
Quedan tres días para el comienzo de la selectividad o como quieran llamarla, P.A.U.
Es un nombre estratégico, le quita ese aire adulto que le daba el anterior nombre...PERO NO NOS ENGAÑEMOS!
Sé que es algo necesario por lo que debemos pasar, si no fuera así las universidades estarían llenas de gente que estaría por estar y se malgastaría mucho dinero invertido en Educación ( que por ahora es poco...) pero nos han tratado como niños hasta el último año de instituto y de repente tenemos que aprender a responsabilizarnos, asumir que una nota unas décimas debajo de la que piden implica quedarte a las puertas de algo que quieres hacer, currarnos algo para lo que no nos han preparado lo suficiente. Supongo que así se madura, pero hay algo de la ecuación que habría que modificar... El sistema educativo.
Es un tema muy extenso a tratar, y no lo voy a tocar, pero fijaos en los niños de cualquier otro país europeo! Aún yendo menos horas al colegio, aprenden mucho más. No sé como será SU sistema educativo pero lo que si sé es que ponerte un libro delante y aprendértelo de memoria no sirve de mucho. Te acordarás de algo en unos años? incluso en unos meses o en unas semanas?
Bleh. Debería estar estudiando.
martes, 29 de mayo de 2012
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